Conectarse
RANKING
Cargando datos del sistema DLU...
TOP VICTORIAS
Cargando datos del sistema DLU...
Últimos temas
Bosque mortal
3 participantes
Página 1 de 1.
Bosque mortal
Nos dirigíamos por la autopista con la ayuda de mi viejo Ford cinco
puertas, con intenciones de llegar a una majestuosa ciudad, que contaba
con un extenso mar y con bonitos hoteles cuatro estrellas.
Viajábamos
de noche conducía yo. Mis dos nerviosos hijos iban peleando como perros
y gatos en los asientos traseros, a causa de un juguete. Por otro lado
mi querida y radiante esposa, hacía notar su presencia en el asiento del
acompañante.
Mientras conducía, hubo algo que llamó mi completa atención.
Jamás
había visto un cielo tan turbio, como el de aquella noche. Sin duda, la
noche es tenebrosa en muchas ocasiones, pero en esta ocasión mucho más.
Parecía que sombras etéreas revoloteaban en los cielos, como bestias
despreciables provenientes del mismo infierno.
Con la vejiga ya por estallar a causa de unos refrescos, Tuve que detenerme a un costado de la carretera, para poder orinar.
Una
vez que apagué el motor del coche, me puse en dispuse a abrir la
puerta. Pero mi esposa me dijo algo muy extraño antes de que saliera del
automóvil. Algo que le traía asustada e inquietante.
-Denis, ten cuidado. Y no te tardes.
-Despreocúpate, mi amor (le dije, aliviando su ser).
Y
gesticuló, demostrando su preocupación notablemente. Aquella carretera
estaba avizorada por extensos bosques de pinos, que inundaban en fauna
salvaje. Mi esposa, tenía una especie de fobia a los animales y más a
los noctámbulos. Y yo, por otro lado, era todo un aventurero a la hora
de encontrarme con animales indómitos y esotéricos.
-Dicen… que estos bosques son peligrosos.
-Lo sé, pero tengo que orinar ¡Mujer!.
Dejando
el parloteo con mi mujer que demostraba su preocupación en un grado
elevado, enfilé lo bastante lejos del automóvil para poder hacer mi
necesidad con privacidad.
Caminé un trayecto considerable y encontré el árbol perfecto, (parecía un can escogiendo su lugar preferido).
Para
no entrar en detalles lujosos, una vez que terminé, decidí volver al
coche que estaba a unos diez pasos de mi ubicación. Realmente me había
alejado lo suficiente, como para ser devorado incompasivamente por
alguna criatura de los caudales sombríos.
Pero cuando estaba a
punto de comenzar a movilizarme con mi cuerpo falto de ensanches,
escuché un chirrido desordenado que provenía de unos arbustos cercanos a
mi posición.
Sin pensar mucho en la situación y por una
curiosidad muy propia de los humanos decidí, investigar de quién o de
qué provenían tales sonidos.
En un movimiento brusco con mi brazo
para correr los débiles arbustos, logré ver quién era el dueño de los
sonidos tan vagos y a la vez tan vivos. Al parecer y, por lo visto de
mis ojos que nunca me fallaban, el causante de los sonidos era un niño.
Pero, si lo miraba detenidamente lograba darme cuenta que parecía ser
una niña; por su vestido floreado y su sombrerito rosa.
Esta
situación se tornaba un tanto extraña, ya que este ser tenía rostro de
varón y vestimenta de mujer. Si hubiese sido más grande de edad, me
hubiese atrevido a decir que era un travesti. Pero que no quepa duda
alguna, que aquella persona no era para nada tal etiquetación.
Lo
más apropiado que se le ocurrió a mi mente fue, lanzar unas palabras
para romper aquel silencio deprimente, en los bosques cubiertos por
telones de oscuridad infinitesimal.
-Hola-le dije, con un tono de voz lo bastante dulce como para tratar a un niño.
Pero este niño, no tenía ninguna intención de contestar.
-¿Te has perdido?-le pregunté.
Seguía
sin contestar. Y lo extraño de la situación era, que aquel niño no
demostraba signo alguno de pavor y tampoco demostraba prestar mucha
atención a lo que yo decía.
-¿Me vas a contestar?
Cuando
le dije esto tomó unas fuerzas descomunales y se acercó hacia mí. Una
vez que estaba a tan sólo un cuerpo de mi persona. Sucedió lo más
macabro que había presenciado en toda mi hermosa vida.
La cabeza
de aquel ser que demostraba una ternura indiscutible o simplemente un
mal augurio, estalló tiñendo todo mi torso y rostro, con una mezcla de
sesos, sangre y mucosidad. Pero cuando ésta estalló inmediatamente fue
reemplazada por otra cabeza más avejentada y simiesca emergiendo de sus
entrañas y arrojando sangre hacía los aires, algo que hurtó mi alma de
un solo tirón.
Al presenciar esto decidí, movilizar mis piernas
antideportivas para correr como nunca; lo más apropiado a la situación.
Yo, no era del tipo de persona que aspiraba a ser el héroe de los dioses
de Valhala. Y exagerando aquella situación, puedo tener el atrevimiento
de decir que dejé atrás a mi propia alma, tras haber iniciado aquella
carrera para librarme de tal atrocidad.
Pero cuando tan sólo
emprendí unos siete pasos, unos tentáculos viscosos color negro me
atraparon del torso y me arrastraron hasta las entrañas del bosque
oscuro, lúgubre y tenebroso. En aquel ínterin perdí todo tipo de noción
de la situación. Y cuando desperté, estaba invadido por rostros de unas
criaturas a las que jamás hubiese querido ver.
Al parecer eran
seres con cuerpos de niños, ataviados con vestidos como los de las
muñecas de porcelana y con unos rostros ancianos, tan arrugados como las
pasas de uva. Pero no era eso lo que inquietaba mi quietud, sino que
estas criaturas repulsivas abrían sus enormes bocas inmundas, repletas
de colmillos haciendo notar la escases de dientes comunes como los que
Dios nos había concedido. Bocas que por cierto, se alejaban mucho de las
bocas humanas tomando formas realmente aterradoras. Estas bocas estaban
divididas en cuatro pedazos formando una “x” y se retraían una y otra
vez, chorreando un líquido transparente con olor acre.
En aquel
momento pasaban muchas sensaciones por mi ser, pero la que más hacía
notar su presencia era la del miedo. En un intento desesperado por
librarme de aquellos demonios de los caudales nocturnos, lancé golpes
con mis puños hacia todas las direcciones posibles y a la vez pataleaba
sin control alguno. Mientras que los diablillos intentaban morderme,
algo que les había costado mucho, ya que les estaba dando una feroz
batalla. Pero uno de ellos, hizo salir una cuchilla oculta en su muñeca
derecha, que desgarraba su propia carne para liberarse y me cortó en la
sección torácica. Jamás en mi vida había sentido tal dolor, un dolor que
parecía que quemaba mi propia alma.
Ya sin fuerza, tras pelear
como todo un gladiador hasta la muerte, sólo me rendí y dejé que
aquellos bichejos hicieran su trabajo de verdugo.
Pero cuando el
engendro con la cuchilla saltó hacia mi rostro de imprevisto, todo se
tornó brumoso congestionándose mi zona ocular. Y en cuestión de segundos
desperté al lado del arbusto donde había encontrado al primer demonio
de las sombras danzantes. Esta vez había rostros que me asechaban pero
no sofocaban mi respirar, ya que eran los de mis amados seres. Mi
familia estaba preocupada por no tener conocimiento de qué es lo que me
había ocurrido. Y mi fiel esposa, me preguntó algo que ya era
presagiado.
-¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué estás tirado? ¡Te lo dije, este bosque es peligroso!
-Nn-nn-ada, nn-oo lo sss-é-le contesté, poniéndome en la piel de un tartamudo por el shock de sensaciones repulsivas.
-Muy bien… te cargaré con la ayuda de los niños y te llevaremos al automóvil-me dijo, tan divina como siempre.
Después
de todo lo vivido, dormí como un cerdo en el trayecto hacia la ciudad.
Pero cuando desperté, lo más insólito ocurrió, ya que le pregunté a mi
concubina algo de lo que estaba muy seguro.
-¿Ya llegamos? ¿No?
-Denis,
recién vamos por mitad de camino. Ahora nos adentraremos por la
carretera que nos dará el radiante paisaje natural, de los bosques de
pinos que demuestran su esplendor a leguas-Me contestó, en un tono
irónico. Mientras mis dos pequeños, se liaban a empujones en los
asientos traseros por un juguete.
-¿Qué?-exclamé-¿Pero por qué estás manejando tú?
-¿No lo recuerdas? Me dijisteis que tenías un sueño arrasador y, me pedisteis que yo manejara hasta nuestro paradero final.
Sin
dudas, todo lo vivido había sido un sueño, gracias al glorioso creador
de los cielos, todo había sido una maldita pesadilla. Además mientras
viajábamos era de día. Un radiante día con el sol resplandeciente y los
cielos divinos, que demostraban la viveza del mundo colosal.
El
calor era abrumador y, decidí abrir la ventanilla para sentir la suave
briza de la carretera. Pero aún seguía con calor y decidí quitarme la
camisa. Y cuando lo hice, sin ningún tipo de aviso mi mujer, dio un
grito de asombro.
-¡Ah!
-¿Qué?-le pregunté atónito.
-¡Mira tu pecho Denis!-me dijo, con un pavor eterno.
Y cuando miré mi pecho inundado en vello, pude ver aquella cicatriz en la sección torácica.
Todo
lo que había ocurrido en aquella noche, de la cual eran dueños aquellos
engendros con rostros ancianos y cuerpos de niños, no había sido ningún
tipo de engaño, ilusión o pesadilla. Todo había sido tan real que aún,
conservaba aquel corte del cual nunca más olvidaré en toda mi vida.
puertas, con intenciones de llegar a una majestuosa ciudad, que contaba
con un extenso mar y con bonitos hoteles cuatro estrellas.
Viajábamos
de noche conducía yo. Mis dos nerviosos hijos iban peleando como perros
y gatos en los asientos traseros, a causa de un juguete. Por otro lado
mi querida y radiante esposa, hacía notar su presencia en el asiento del
acompañante.
Mientras conducía, hubo algo que llamó mi completa atención.
Jamás
había visto un cielo tan turbio, como el de aquella noche. Sin duda, la
noche es tenebrosa en muchas ocasiones, pero en esta ocasión mucho más.
Parecía que sombras etéreas revoloteaban en los cielos, como bestias
despreciables provenientes del mismo infierno.
Con la vejiga ya por estallar a causa de unos refrescos, Tuve que detenerme a un costado de la carretera, para poder orinar.
Una
vez que apagué el motor del coche, me puse en dispuse a abrir la
puerta. Pero mi esposa me dijo algo muy extraño antes de que saliera del
automóvil. Algo que le traía asustada e inquietante.
-Denis, ten cuidado. Y no te tardes.
-Despreocúpate, mi amor (le dije, aliviando su ser).
Y
gesticuló, demostrando su preocupación notablemente. Aquella carretera
estaba avizorada por extensos bosques de pinos, que inundaban en fauna
salvaje. Mi esposa, tenía una especie de fobia a los animales y más a
los noctámbulos. Y yo, por otro lado, era todo un aventurero a la hora
de encontrarme con animales indómitos y esotéricos.
-Dicen… que estos bosques son peligrosos.
-Lo sé, pero tengo que orinar ¡Mujer!.
Dejando
el parloteo con mi mujer que demostraba su preocupación en un grado
elevado, enfilé lo bastante lejos del automóvil para poder hacer mi
necesidad con privacidad.
Caminé un trayecto considerable y encontré el árbol perfecto, (parecía un can escogiendo su lugar preferido).
Para
no entrar en detalles lujosos, una vez que terminé, decidí volver al
coche que estaba a unos diez pasos de mi ubicación. Realmente me había
alejado lo suficiente, como para ser devorado incompasivamente por
alguna criatura de los caudales sombríos.
Pero cuando estaba a
punto de comenzar a movilizarme con mi cuerpo falto de ensanches,
escuché un chirrido desordenado que provenía de unos arbustos cercanos a
mi posición.
Sin pensar mucho en la situación y por una
curiosidad muy propia de los humanos decidí, investigar de quién o de
qué provenían tales sonidos.
En un movimiento brusco con mi brazo
para correr los débiles arbustos, logré ver quién era el dueño de los
sonidos tan vagos y a la vez tan vivos. Al parecer y, por lo visto de
mis ojos que nunca me fallaban, el causante de los sonidos era un niño.
Pero, si lo miraba detenidamente lograba darme cuenta que parecía ser
una niña; por su vestido floreado y su sombrerito rosa.
Esta
situación se tornaba un tanto extraña, ya que este ser tenía rostro de
varón y vestimenta de mujer. Si hubiese sido más grande de edad, me
hubiese atrevido a decir que era un travesti. Pero que no quepa duda
alguna, que aquella persona no era para nada tal etiquetación.
Lo
más apropiado que se le ocurrió a mi mente fue, lanzar unas palabras
para romper aquel silencio deprimente, en los bosques cubiertos por
telones de oscuridad infinitesimal.
-Hola-le dije, con un tono de voz lo bastante dulce como para tratar a un niño.
Pero este niño, no tenía ninguna intención de contestar.
-¿Te has perdido?-le pregunté.
Seguía
sin contestar. Y lo extraño de la situación era, que aquel niño no
demostraba signo alguno de pavor y tampoco demostraba prestar mucha
atención a lo que yo decía.
-¿Me vas a contestar?
Cuando
le dije esto tomó unas fuerzas descomunales y se acercó hacia mí. Una
vez que estaba a tan sólo un cuerpo de mi persona. Sucedió lo más
macabro que había presenciado en toda mi hermosa vida.
La cabeza
de aquel ser que demostraba una ternura indiscutible o simplemente un
mal augurio, estalló tiñendo todo mi torso y rostro, con una mezcla de
sesos, sangre y mucosidad. Pero cuando ésta estalló inmediatamente fue
reemplazada por otra cabeza más avejentada y simiesca emergiendo de sus
entrañas y arrojando sangre hacía los aires, algo que hurtó mi alma de
un solo tirón.
Al presenciar esto decidí, movilizar mis piernas
antideportivas para correr como nunca; lo más apropiado a la situación.
Yo, no era del tipo de persona que aspiraba a ser el héroe de los dioses
de Valhala. Y exagerando aquella situación, puedo tener el atrevimiento
de decir que dejé atrás a mi propia alma, tras haber iniciado aquella
carrera para librarme de tal atrocidad.
Pero cuando tan sólo
emprendí unos siete pasos, unos tentáculos viscosos color negro me
atraparon del torso y me arrastraron hasta las entrañas del bosque
oscuro, lúgubre y tenebroso. En aquel ínterin perdí todo tipo de noción
de la situación. Y cuando desperté, estaba invadido por rostros de unas
criaturas a las que jamás hubiese querido ver.
Al parecer eran
seres con cuerpos de niños, ataviados con vestidos como los de las
muñecas de porcelana y con unos rostros ancianos, tan arrugados como las
pasas de uva. Pero no era eso lo que inquietaba mi quietud, sino que
estas criaturas repulsivas abrían sus enormes bocas inmundas, repletas
de colmillos haciendo notar la escases de dientes comunes como los que
Dios nos había concedido. Bocas que por cierto, se alejaban mucho de las
bocas humanas tomando formas realmente aterradoras. Estas bocas estaban
divididas en cuatro pedazos formando una “x” y se retraían una y otra
vez, chorreando un líquido transparente con olor acre.
En aquel
momento pasaban muchas sensaciones por mi ser, pero la que más hacía
notar su presencia era la del miedo. En un intento desesperado por
librarme de aquellos demonios de los caudales nocturnos, lancé golpes
con mis puños hacia todas las direcciones posibles y a la vez pataleaba
sin control alguno. Mientras que los diablillos intentaban morderme,
algo que les había costado mucho, ya que les estaba dando una feroz
batalla. Pero uno de ellos, hizo salir una cuchilla oculta en su muñeca
derecha, que desgarraba su propia carne para liberarse y me cortó en la
sección torácica. Jamás en mi vida había sentido tal dolor, un dolor que
parecía que quemaba mi propia alma.
Ya sin fuerza, tras pelear
como todo un gladiador hasta la muerte, sólo me rendí y dejé que
aquellos bichejos hicieran su trabajo de verdugo.
Pero cuando el
engendro con la cuchilla saltó hacia mi rostro de imprevisto, todo se
tornó brumoso congestionándose mi zona ocular. Y en cuestión de segundos
desperté al lado del arbusto donde había encontrado al primer demonio
de las sombras danzantes. Esta vez había rostros que me asechaban pero
no sofocaban mi respirar, ya que eran los de mis amados seres. Mi
familia estaba preocupada por no tener conocimiento de qué es lo que me
había ocurrido. Y mi fiel esposa, me preguntó algo que ya era
presagiado.
-¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué estás tirado? ¡Te lo dije, este bosque es peligroso!
-Nn-nn-ada, nn-oo lo sss-é-le contesté, poniéndome en la piel de un tartamudo por el shock de sensaciones repulsivas.
-Muy bien… te cargaré con la ayuda de los niños y te llevaremos al automóvil-me dijo, tan divina como siempre.
Después
de todo lo vivido, dormí como un cerdo en el trayecto hacia la ciudad.
Pero cuando desperté, lo más insólito ocurrió, ya que le pregunté a mi
concubina algo de lo que estaba muy seguro.
-¿Ya llegamos? ¿No?
-Denis,
recién vamos por mitad de camino. Ahora nos adentraremos por la
carretera que nos dará el radiante paisaje natural, de los bosques de
pinos que demuestran su esplendor a leguas-Me contestó, en un tono
irónico. Mientras mis dos pequeños, se liaban a empujones en los
asientos traseros por un juguete.
-¿Qué?-exclamé-¿Pero por qué estás manejando tú?
-¿No lo recuerdas? Me dijisteis que tenías un sueño arrasador y, me pedisteis que yo manejara hasta nuestro paradero final.
Sin
dudas, todo lo vivido había sido un sueño, gracias al glorioso creador
de los cielos, todo había sido una maldita pesadilla. Además mientras
viajábamos era de día. Un radiante día con el sol resplandeciente y los
cielos divinos, que demostraban la viveza del mundo colosal.
El
calor era abrumador y, decidí abrir la ventanilla para sentir la suave
briza de la carretera. Pero aún seguía con calor y decidí quitarme la
camisa. Y cuando lo hice, sin ningún tipo de aviso mi mujer, dio un
grito de asombro.
-¡Ah!
-¿Qué?-le pregunté atónito.
-¡Mira tu pecho Denis!-me dijo, con un pavor eterno.
Y cuando miré mi pecho inundado en vello, pude ver aquella cicatriz en la sección torácica.
Todo
lo que había ocurrido en aquella noche, de la cual eran dueños aquellos
engendros con rostros ancianos y cuerpos de niños, no había sido ningún
tipo de engaño, ilusión o pesadilla. Todo había sido tan real que aún,
conservaba aquel corte del cual nunca más olvidaré en toda mi vida.
Dark_Kira- Admin
- Mensajes : 939
Fecha de inscripción : 18/04/2011
Edad : 34
Re: Bosque mortal
Buena narración kira, jejej está rara la historia, boca de X me imagino al enemigo de halo , jejeje pero buena historia, pensé kno terminaría pero lo hice jojo =).
Pondré unas historias más delante tmb
Pondré unas historias más delante tmb
tapia_ss- Admin
- Mensajes : 3075
Fecha de inscripción : 18/04/2011
Edad : 34
Re: Bosque mortal
No fregues, ahora no voy a poder dormir. T.T jajajaa.. Buena historia bro
Danywd40- Miembro
- Mensajes : 312
Fecha de inscripción : 18/04/2011
Edad : 35
Re: Bosque mortal
Dormiste bro??? jeje
tapia_ss- Admin
- Mensajes : 3075
Fecha de inscripción : 18/04/2011
Edad : 34
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Miér 25 Nov 2020, 18:08 por BlackDuck
» Cuack's room
Dom 05 Abr 2020, 13:54 por BlackDuck
» Un NUEVO DLU
Miér 01 Mayo 2019, 20:49 por tapia_ss
» Habitación de Yuichi92
Vie 19 Ene 2018, 19:58 por Ladycygnus_Ice
» Noticia de TEAM y su RANKING
Jue 25 Mayo 2017, 15:03 por Ladycygnus_Ice
» ¿Eres nuevo en el Clan y no sabes por donde empezar?
Jue 25 Mayo 2017, 15:00 por Ladycygnus_Ice
» torneo reino de los duelistas
Jue 25 Mayo 2017, 14:58 por Ladycygnus_Ice
» torneo #reino d los duelistas
Jue 25 Mayo 2017, 14:56 por Ladycygnus_Ice
» Habitación de tapia_ss
Jue 25 Mayo 2017, 14:52 por Ladycygnus_Ice
» que tal un torneo?
Jue 25 Mayo 2017, 14:50 por Ladycygnus_Ice